La lingüística es el estudio científico tanto de la estructura de las lenguas naturales como del conocimiento que los hablantes poseen de ellas.
El campo de la lingüística puede dividirse, en la práctica, en términos de tres dicotomías: lingüística sincrónica versus lingüística diacrónica, lingüística teórica versus lingüística aplicada, microlingüística versus macrolingüística. Una descripción sincrónica de una lengua describe la lengua tal y como es en un momento dado; una descripción diacrónica se ocupa del desarrollo histórico de esa lengua y de los cambios estructurales que han tenido lugar en ella. Aunque en sus inicios científicos de la lingüística del siglo XIX se interesó ante todo del cambio lingüístico y la evolución de las lenguas a través del tiempo, el enfoque moderno se centra en explicar cómo funcionan las lenguas en un punto dado en el tiempo y como los hablantes son capaces de entenderlas y procesarlas mentalmente.
El objetivo de la lingüística teórica es la construcción de una teoría general de la estructura de la lengua o de un sistema teórico general para la descripción de las lenguas; el objetivo de la lingüística aplicada es la aplicación de los descubrimientos y técnicas del estudio científico de la lengua a una variedad de tareas básicas como la elaboración de métodos mejorados de enseñanza de idiomas.
Los términos microlingüística y macrolingüística aún no están bien establecidos. El primero se refiere a un más estrecho y el segundo a un más amplio punto de vista en el ámbito de la lingüística. Desde el punto de vista microlingüístico, las lenguas deben analizarse por provecho propio y sin referencia a su función social, ni a la manera en que son adquiridas por los niños y las niñas, ni a los mecanismos psicológicos que subyacen a la producción y a la recepción del habla, ni a la función estética o comunicativa del lenguaje, etc. En contraste, la macrolinguística abarca todos estos aspectos de la lengua. Varias áreas de la macrolingüística han tenido un reconocimiento terminológico como por ejemplo la psicolingüística, la sociolingüística, la lingüística antropológica, la dialectología, la lingüística matemática, la lingüística computacional y la estilística.
Arbitrariedad
: El lazo que une el significado con el significante es arbitrario, por consiguiente, el signo lingüístico es arbitrario. Esta arbitrariedad es inmotivada y es la que vincula la mutabilidad y la inmutabilidad del signo. Entendiendo por mutabilidad cuando el signo puede cambiar porque la sociedad así lo decide y por inmutabilidad cuando no hay ninguna posibilidad de poder cambiarle el nombre a una cosa.
Linealidad: no se pueden emitir varios signos a la vez, sino en orden. Tienen que ser temporales y ordenados. Las sucesión de signos va a hacer que la conversación sea posible.
Linealidad: no se pueden emitir varios signos a la vez, sino en orden. Tienen que ser temporales y ordenados. Las sucesión de signos va a hacer que la conversación sea posible.
DOBLE ARTCULACIÓN
• Según la primera articulación , el signo se descompone en partes con significado y significante, susceptibles de ser utilizadas en otros contextos. Las unidades de esta primera articulación se denominan monemas . • Según la segunda articulación , el signo se divide en unidades más pequeñas sin significado, pero que son distintivas. Las unidades de esta segunda articulación son los fonemas . Si un signo lingüístico cambia algún fonema, cambia también su significado.
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